
SOLIDARIDAD POR LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA
Guadalajara, Jalisco
15 de marzo de 2025
El pasado sábado 15 de marzo, en punto de las 5:00 de la tarde, en un ambiente de dolor, impotencia y determinación, nos unimos a cientos de familias, activistas y ciudadanos que se reunieron frente al Palacio de Gobierno de Guadalajara para exigir justicia por los desaparecidos, aquellos que han sido arrancados de sus hogares con la promesa de un futuro mejor. Exigiendo respuestas ante el reciente hallazgo del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, señalado como un sitio de exterminio operado por el crimen. Con pancartas, fotografías, veladoras y zapatos se recordó que la ausencia de cada persona sigue doliendo; cada grito era una exigencia de justicia, una demanda de respuestas ante la impunidad que persiste. Consignas como «¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!» y «¡No están solos!», resonaban la esperanza en la verdad y la justicia ante miles de personas que siguen desaparecidas sin una respuesta clara.
El descubrimiento en Teuchitlán, en Tamaulipas y en diferentes partes de la República, ha sacudido a la nación, evidenciando la magnitud de la crisis de desapariciones que enfrenta México. Esta protesta es un recordatorio de la fuerza y resiliencia de las familias y colectivos que, incansablemente, buscan a sus seres queridos y luchan por un país más justo y seguro.
Con fe en el Señor y en su palabra que nos dice: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados» (Mt 5,6), confiamos en que la justicia se hará y que el amor de Dios puede sanar las heridas más profundas, confiamos en que su luz guiará el esfuerzo de tantas personas que buscan la paz. Que esta lucha no se apague, que cada vez sea más fuete, que este clamor llegue hasta donde debe llegar. Porque el dolor se convierte en unidad y la fe en resistencia.